Muchos líderes empresariales se enorgullecen de perpetuar el estilo de vida “adicto al trabajo”. 24 horas al día en el despacho. Asumen que una mentalidad siempre activa y siempre disponible es un prerrequisito para el éxito, por lo que pasan semanas de trabajo de 80 horas y pegan los ojos a sus escritorios, portátiles y teléfonos móviles.
Yo tomo un enfoque de liderazgo diferente. En lugar de sumergirme constantemente en el trabajo, trato de hacer varios descansos cada día, limitar mi disponibilidad para las reuniones y hacer tiempo para viajar. Esto me permite tener el tan necesitado descanso y relajación. Y lo que es más importante, me ayuda a ser un mejor líder y un empresario más innovador.
Cuando me desconecto de las minucias de los negocios diarios, desarrollo ideas y perspectivas frescas. La línea entre la vida personal y profesional de un líder empresarial se hace cada vez más borrosa con cada día que pasa. Una encuesta realizada en 2019 reveló que el 26% del trabajo se realiza fuera de las horas de trabajo regulares. Puedes estar seguro de que la pandemia COVID-19 y el trabajo a distancia sólo han empeorado las cosas.
Si no estás atento a la hora de desconectar del trabajo, podrías pasarte todo el día apagando pequeños incendios en lugar de centrarte en el panorama general.
Estos tres consejos te ayudarán a evitar caer en esta trampa:
1. Construye un equipo de confianza para tu despacho
Para desenchufarse de verdad, necesitas saber que el trabajo seguirá haciéndose en tu ausencia. 3. Esfuércese por contratar a individuos auto-motivados que disfruten trabajando de forma autónoma y no requieran una supervisión constante.
3. Busque personas que hayan liderado iniciativas en el pasado. Durante las entrevistas de trabajo, pídales que muestren sus habilidades creativas para resolver problemas. Las investigaciones sugieren que las empresas que llevan a cabo sesiones de resolución de problemas con equipos que tienen al menos algo de fluidez en herramientas y recursos creativos generan al menos un 350 por ciento más de ideas que sus homólogos, y esos conceptos son un 415 por ciento más únicos.
Los líderes deben dar un buen ejemplo para que la confianza fluya en ambos sentidos. Para mí, esto significa facultar a mis empleados para que tomen vacaciones, abstenerse de llamarlos y enviarles correos electrónicos cuando están fuera de la oficina y desanimarlos a trabajar después de las horas de trabajo. También animo a todos a que apaguen sus notificaciones telefónicas de 7 pm a 7 am. Si quieren que sus empleados les permitan desconectarse, deben devolverles el favor.
2. Estructuren su día
La rutina y la estructura pueden proporcionar la tranquilidad necesaria para maniobrar las tareas diarias con facilidad. Las investigaciones han descubierto que la estructura y la rutina pueden reducir los niveles de estrés, aumentar la productividad e incrementar la concentración, todo lo cual puede contribuir a mejorar el liderazgo.
Hago mi mejor trabajo cuando mis días están estructurados en grupos de tiempo. En un día típico, dedico dos partes significativas de tiempo a mis tareas más urgentes. Bloqueo estos grupos en mi calendario para que mi equipo sepa que no estoy disponible, y luego desconecto todas las distracciones. Silencio mi teléfono móvil, cierro Slack e ignoro mi buzón de correo electrónico hasta que todo esté hecho.
Fuera de estos grupos, me pongo a disposición para correos electrónicos, llamadas telefónicas y reuniones. También uso este tiempo para tomar descansos, relajarme y divertirme un poco. A veces me desconecto por unas horas para ver una película, pasar tiempo con mi familia o jugar a videojuegos.
Los grupos regulares me ayudan a planificar mi compromiso y a concentrarme en los niveles correspondientes, asegurando que estoy en mi mejor momento cuando mi equipo me necesita.
3. Alejarse de vez en cuando
Según estudios científicos, viajar amplía la mente y aumenta la creatividad. Me encanta viajar, tanto por trabajo como por diversión. Creo que experimentar ambientes frescos y aprender sobre diferentes culturas me ayuda a reenfocar mi mente y desarrollar nuevas ideas. Cuando vuelvo al trabajo después de un viaje, siempre me siento más productivo y presente.
Trato de desconectar todo lo posible cuando viajo. En mi último viaje, por ejemplo, estuve en las Montañas Rocosas sin cobertura de teléfono móvil, así que tuve una buena excusa para no mirar mi teléfono. Estaba viajando con un cliente, y hablamos mucho sobre el trabajo. Pero como ambos estábamos fuera del típico ambiente de oficina, estas conversaciones se sentían diferentes y más productivas.
Fue refrescante estar en las montañas, sentado cara a cara con un empresario que lo está aplastando absolutamente en su campo. Formamos una amistad, y aprendimos mucho sobre los negocios del otro. En el poco tiempo que estuvimos juntos, debí de inventar media docena de nuevas características para mi producto.
No me malinterprete: Es importante que los líderes empresariales estén íntimamente involucrados en los detalles del día a día de sus compañías, y a veces esto significa trabajar horas locas. Pero si haces de esto la norma, te perderás el bosque por los árboles. Construye un equipo que te permita alejarte para recargar tus baterías, y te abrirás a nuevas ideas y perspectivas que pueden ayudar a tu compañía a prosperar.
Fuente: Allbusiness
