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Protección de Datos Andorra

By enero 10, 2025Andorra

En los últimos años, la protección de datos Andorra se ha convertido en un elemento fundamental para cualquier persona o institución que opere dentro del Principado de Andorra.

La nueva ley 29/2011 del 28 de octubre, cualificada de protección de datos personales, relacionada con la protección de datos en este país ha tenido como principal objetivo fortalecer el cumplimiento de las obligaciones en materia de privacidad y reforzar la responsabilidad proactiva de las empresas, las entidades públicas y los responsables del tratamiento de datos. Con la aparición de la ley 29 2021, Andorra se ha alineado de manera más cercana con las disposiciones del RGPD (Reglamento General de Protección de Datos) y las directrices del Parlamento Europeo, asegurando que el tratamiento de la información personal cumpla estándares elevados de salvaguarda.

Para entender el alcance real de esta normativa, es esencial conocer los distintos aspectos que comprende la nueva ley de protección. Dicha ley se aprobó el 28 de octubre de 2021 y entró en vigor tras su publicación en el Boletín oficial del Principado. En este documento se establecen los mecanismos de aplicación y las sanciones pertinentes en caso de infracciones.

Además, se define la función del encargado y del responsable del tratamiento, así como la necesaria intervención de la agencia andorrana de protección para velar por el adecuado tratamiento de los datos. Todo ello responde a la exigencia de cubrir tanto los derechos de las personas como el interés legítimo de las empresas y las entidades públicas o privadas que recaben datos dentro del territorio del principado de andorra.

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A continuación, exploraremos los elementos más destacados de esta nueva ley y las novedades que introduce en el ámbito de la protección de datos en andorra, subrayando los puntos clave para que responsables y encargados del tratamiento cumplan la normativa y garanticen la privacidad de los contenidos.


Antecedentes y relación con la normativa europea

La normativa de protección de datos tiene un claro relativo con las disposiciones de la Unión Europea y con el RGPD, el cual establece principios como la responsabilidad proactiva y la necesidad de que cada responsable del tratamiento realice el tratamiento de los datos conforme a fines legítimos.

En el Principado de Andorra, el Parlamento Europeo lleva tiempo solicitando la armonización de las leyes internas con los lineamientos de la unión europea, especialmente en lo que respecta a la privacidad de las personas. Por ello, la reciente ley 29 2021 no solo moderniza la normativa local, sino que también refuerza los mecanismos de cumplimiento y sanciones para asegurar la eficaz protección de datos.

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El 28 de octubre de 2021 se consolidó un paso trascendental: la aprobación de la nueva ley de protección que entró en vigor poco después, mejorando la relación de Andorra con los marcos legales internacionales y ofreciendo mayor seguridad jurídica a las empresas e entidades que operan dentro del territorio andorrano. Con este hito, se implementan nuevas medidas de protección de datos personales que, por ejemplo, regulan la elaboración de perfiles para usos comerciales y establecen directrices más estrictas sobre la recogida y circulación de la información sensible.


La Ley 29 2021 en detalle

La ley 29 2021, también conocida como ley de protección de datos del Principado de Andorra, redefine los requisitos de tratamiento y protección de la información para todo tipo de entidades.

El texto de la ley se basa en la premisa de que cualquier responsable del tratamiento debe contar con una justificación clara del fines con los que maneja los datos. Asimismo, la citada ley hace hincapié en la necesidad de que exista un delegado de protección de datos en las organizaciones que realicen un tratamiento a gran escala o que manejen datos sensibles.

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Además, la ley de protección exige que las empresas implementen políticas de seguridad robustas para garantizar la privacidad y confidencialidad de los contenidos, evitando infracciones que puedan acarrear sanciones por parte de la agencia andorrana de protección. También se mencionan nuevos conceptos como el contrato de encargado, que regula la relación entre el responsable del tratamiento y el encargado del tratamiento de los datos. La obligación de notificar cualquier brecha de seguridad a la autoridad competente en un plazo determinado es otra de las incorporaciones que refuerzan el cumplimiento de la normativa.


Ámbito de aplicación y finalidad de la nueva ley

La nueva ley aplica a todo tratamiento de datos que se realice en el Principado de Andorra, sin importar si las entidades son públicas o privadas, o si el tratamiento se lleva a cabo por empresas locales o extranjeras.

Dentro de este ámbito, cualquier persona física o jurídica que sea responsable del tratamiento debe ajustarse a las reglas de la nueva ley de protección y de la ley de protección de datos. La finalidad de esta normativa es proteger los derechos y libertades de las personas en relación con el tratamiento de datos personales.

De hecho, la cualificada de protección establecida en la ley 29 2021 detalla también aspectos relativos a la retención y destrucción de datos, la comunicación internacional de información y los supuestos de licitud del tratamiento. El objetivo es asegurar que, en cada caso, exista una base legal clara y proporcional para la recogida, uso y circulación de los datos personales, respetando en todo momento los principios de legitimidad, transparencia y proporcionalidad.


Principios de la protección de datos personales

Dentro de la ley de protección de datos en el principado de andorra, se establecen principios básicos que deben guiar cualquier tratamiento de la información personal. Entre ellos destacan:

  1. Licitud, lealtad y transparencia: el tratamiento de los datos debe tener un fundamento legal, ser claro para la persona afectada y no suponer engaño.
  2. Limitación de la finalidad: se prohíbe usar los datos con un propósito distinto al que justificó su recogida.
  3. Minimización de datos: solo deben recopilarse los datos estrictamente necesarios para los fines declarados.
  4. Exactitud: la información recogida debe ser veraz y actualizarse cuando cambien las circunstancias.
  5. Limitación de la conservación: los datos no pueden guardarse más allá de lo necesario para los fines establecidos.
  6. Integridad y confidencialidad: se deben adoptar medidas de seguridad adecuadas para proteger los datos frente a accesos no autorizados.

Estos principios refuerzan la nueva ley y la necesidad de que los responsables y encargados del tratamiento de los datos cumplan la normativa de la ley 29 2021 para evitar graves sanciones.


El papel de la Agencia Andorrana de Protección

La agencia andorrana de protección es la autoridad encargada de supervisar y velar por el correcto cumplimiento de la ley. Sus competencias incluyen:

  • Revisar denuncias e investigar posibles infracciones.
  • Imponer sanciones administrativas cuando se comprueben incumplimientos.
  • Asesorar sobre la aplicación de la ley 29 2021 en las empresas, entidades públicas y privadas.
  • Emitir guías y directrices para que los responsables del tratamiento y el encargado conozcan las mejores prácticas en protección de datos.
  • Asegurar la experiencia necesaria para orientar a las personas y a los trabajadores en cualquier cuestión relativa al tratamiento de la información.

La agencia andorrana de protección mantiene un canal de correo electrónico y espacios de visita presencial para atender consultas. Su actuación es independiente y busca salvaguardar el derecho a la privacidad de cada persona en el Principado.


Figuras clave: Responsable y Encargado del Tratamiento

La nueva ley de protección y la ley 29 2021 distinguen dos roles fundamentales:

  1. Responsable del tratamiento: Es la persona física o jurídica, entidad u organismo que determina los medios y las finalidad del tratamiento de los datos. Tiene la mayor carga de responsabilidad proactiva en el cumplimiento de la ley, puesto que debe asegurar que todo se desarrolle con arreglo a los principios de protección y de respeto a los derechos de las personas.
  2. Encargado: Bajo la supervisión del responsable del tratamiento, el encargado ejecuta acciones de tratamiento por cuenta de aquel. Su relación se regula mediante un contrato que define las obligaciones y los límites en el uso de datos. En caso de que se produzcan infracciones, el encargado podría asumir parte de la responsabilidad si no ha actuado conforme a las instrucciones pactadas.

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Estos roles han sido definidos atendiendo al reglamento interno del principado y con base en la legislación de la unión europea, buscando la coherencia con el RGPD.


La figura del Delegado de Protección

La nueva ley menciona la figura del delegado de protección de datos. Este profesional asume una función consultiva y supervisora para garantizar el cumplimiento. El delegado de protección debe:

  • Informar y asesorar a los responsables y a los encargados sobre sus obligaciones.
  • Supervisar el tratamiento y la aplicación de las medidas de seguridad.
  • Cooperar con la agencia andorrana de protección y servir como punto de contacto en caso de auditorías o consultas.
  • Garantizar que los fines del tratamiento respeten los derechos y la privacidad de los afectados.

No todas las entidades están obligadas a designar un delegado de protección, pero la citada ley lo exige para casos concretos, por ejemplo, en los que se realice el tratamiento de datos personales a gran escala o que incluyan la elaboración de perfiles con alto nivel de riesgo.


Tratamiento de datos personales y finalidad legítima

La ley de protección en Andorra marca que el tratamiento de datos personales requiere de una base legal que justifique su finalidad. De igual modo, el tratamiento de los datos debe cumplir criterios de transparencia y proporcionalidad: los responsables no pueden ampliar los fines sin el consentimiento del titular, salvo excepciones legales. Entre las bases de licitud más comunes están el consentimiento expreso, la relación contractual, los intereses legítimos y la obligación legal.

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Para casos de empresas donde se manejen grandes volúmenes de datos o que realicen tareas de elaboración de perfiles, resulta imprescindible contar con un análisis de riesgos documentado. Este análisis demuestra la adecuación de las medidas de seguridad y la protección de los derechos de cada persona vinculada. En Andorra, dichas evaluaciones se encuadran en la nueva ley y en su normativa reglamentaria, aportando seguridad jurídica a las entidades que cumplan los requisitos.


La relación con trabajadores y la protección de datos en Andorra

En el principado de andorra, la ley 29 2021 contempla aspectos específicos para la protección de datos de los trabajadores. Por ejemplo, se regulan las obligaciones de las empresas que deseen monitorizar correos o dispositivos corporativos, así como las garantías de privacidad en el tratamiento de datos de los empleados.

Estas medidas tienen su anclaje legal tanto en la nueva ley de protección del principado como en la normativa de la unión europea.

La experiencia internacional indica que el respeto a la privacidad laboral contribuye a una mejor relación entre empleados y directivos. Por ello, la citada ley exige a las empresas ser transparentes acerca de la finalidad de cualquier monitorización y mantener un equilibrio razonable entre las necesidades organizativas y el derecho a la intimidad de la persona.


Cualificada de protección y su papel en la Ley 29 2021

Uno de los puntos neurálgicos de la ley 29 2021 es su carácter de cualificada de protección, es decir, que se trata de una legislación con un rango superior que afecta de manera esencial a los derechos y libertades de los ciudadanos de Andorra. Por tanto, la nueva ley actúa como marco general de todas las normas relacionadas con el tratamiento de datos, estableciendo la base para la organización y control de las entidades.

 

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Esta cualificada de protección es indispensable para entender el objetivo último de la ley, que consiste en garantizar un equilibrio entre la finalidad legítima del tratamiento y la salvaguarda de la privacidad. Asimismo, la ley refuerza la competencia de la agencia andorrana de protección, que opera como autoridad independiente para el control y la imposición de sanciones.


Nuevas obligaciones y responsabilidad proactiva

La nueva ley de protección introduce el principio de responsabilidad proactiva, por el cual las empresas y las entidades deben demostrar que cumplen con la ley 29 2021 y el resto de normas conexas. Esto significa que los responsables y los encargados deben documentar sus procedimientos de seguridad, actualizar sus políticas de privacidad y capacitar a su personal con regularidad.

El contrato que regula la relación entre responsable y encargado debe especificar el alcance del tratamiento, las finalidad y las medidas de seguridad técnicas y organizativas.

Además, la aplicación de la nueva ley obliga a realizar evaluaciones de impacto en caso de operaciones de alto riesgo y a llevar un registro de actividades de tratamiento en cada entidad que maneje datos. De incumplirse estas obligaciones, la agencia andorrana de protección podría imponer sanciones administrativas, multas e incluso la suspensión de determinadas operaciones.


Sanciones e infracciones: consecuencias del incumplimiento

La ley 29 2021 establece un régimen estricto de infracciones y sanciones para garantizar el adecuado cumplimiento de la protección de datos en Andorra. Estas sanciones pueden incluir multas económicas de diversa cuantía, prohibiciones temporales o definitivas para ejecutar ciertas operaciones de tratamiento de los datos, y la exigencia de adoptar medidas correctivas inmediatas.

Las infracciones se clasifican en leves, graves o muy graves según el impacto en los derechos de los afectados y la magnitud del incumplimiento. Por ejemplo, no contar con un acuerdo formal entre el responsable del tratamiento y el encargado se considera una infracción grave, mientras que divulgar información sensible sin el consentimiento del interesado podría encuadrarse como muy grave. El hecho de que la agencia andorrana de protección funcione de manera independiente refuerza la objetividad con la que se imponen estas sanciones.


Novedades respecto a la anterior ley de protección de datos

La citada ley moderniza la anterior ley de protección de datos en varios aspectos, incluyendo el refuerzo de la transparencia, la regulación de la elaboración de perfiles y la armonización con el reglamento internacional. Algunas de las novedades más relevantes son:

  • Registro detallado de actividades: las entidades deben llevar un inventario donde consten las categorías de datos, las finalidades del tratamiento y las transferencias internacionales.
  • Mayor intervención del delegado de protección: en Andorra, la nueva ley le otorga un rol fundamental en la supervisión interna.
  • Refuerzo de la responsabilidad proactiva: las empresas y responsables tienen que demostrar su cumplimiento ante la agencia andorrana de protección sin esperar requerimientos formales.
  • Sanciones más claras y exigentes, para lograr disuadir a los posibles infractores.

De esta forma, el Principado se sitúa en un nivel de protección similar al de los países del entorno, incluido el marco de la unión europea.


Casos de aplicación práctica

En el caso de la banca y las finanzas, el tratamiento de datos personales suele ser masivo y conlleva un alto nivel de confidencialidad. La nueva ley de protección obliga a estas entidades a reforzar los protocolos de ciberseguridad y a nombrar un delegado de protección en caso de manejar datos sensibles que pudieran exponer a sus clientes.

Otro caso son las administraciones públicas del principado de andorra, que tratan grandes volúmenes de datos de sus ciudadanos y trabajadores. Aquí, se espera un cumplimiento ejemplar de la ley de protección, garantizando la protección de contenidos como historiales médicos o datos tributarios. Por último, también se incluyen las empresas dedicadas al comercio electrónico o servicios online, las cuales deben prever un proceso claro de obtención de consentimiento e informar al usuario sobre la finalidad de sus operaciones de tratamiento.


Perspectivas de futuro

La protección de datos en Andorra ha dado un paso firme con la ley 29 2021, que ya está en vigor y que marca un antes y un después en la manera de gestionar la información personal. Mediante la nueva ley de protección, las entidades del principado se ven obligadas a reforzar sus políticas y a adaptarse a las exigencias de la agencia andorrana de protección, minimizando el riesgo de infracciones y asegurando el derecho a la privacidad de cada persona.

La armonización con el RGPD y la adopción de principios de responsabilidad proactiva consolidan una cultura de cumplimiento más sólida, en la que cada responsable del tratamiento y cada encargado deben ejercer un rol activo y meticuloso. Con la nueva ley, se espera que el principado de andorra fortalezca su imagen como un territorio seguro y confiable para la circulación de datos, lo cual incentiva la llegada de inversores y refuerza la competitividad de sus empresas.

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Para las organizaciones, ya sean públicas o privadas, el reto se centra en mantener un sistema de gestión de protección de datos eficiente, que contemple todas las exigencias legales y ofrezca garantías a los titulares de la información. El consejo para dichas entidades consiste en promover la formación de su personal y en la constante visita a los lineamientos y guías de la agencia andorrana de protección, a fin de evitar sanciones y consolidar una relación de confianza con clientes y usuarios.

En definitiva, la ley de protección de datos en Andorra (conocida formalmente como ley 29 2021 o lcpdp) responde a la exigencia global de proteger la información personal. Su finalidad es clara: garantizar una mayor transparencia, establecer reglas rigurosas para la recogida y tratamiento de los datos y asegurar que el encargado y el responsable del tratamiento cumplan rigurosamente sus obligaciones. El acuerdo entre responsables y encargados se plasma en un contrato que define tanto el alcance como los límites del tratamiento. En caso de incumplimiento, el marco sancionador es severo, lo que refuerza la urgencia de asumir un compromiso real con la privacidad.

La experiencia demuestra que, con esta nueva ley y su enfoque de normativa modernizada, el Principado mantiene su apuesta por la innovación y la protección de los derechos fundamentales. Las entidades y empresas que acojan con seriedad esta transformación no solo cumplirán con la ley de protección de datos, sino que además destacarán por su diligencia y respeto respecto a la información de las personas. En este sentido, la nueva ley de protección es la clave para un futuro en el que la gestión de los datos se realice de forma responsable, garantizando el equilibrio entre la eficacia empresarial y la dignidad humana.

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