Resolver Problemas: En tiempos de crisis o disturbios sociales, el fomento de una cultura de respeto e inclusión en su organización se vuelve aún más crítico. ¿Y la clave para ese objetivo? Conversaciones productivas.
En pocas palabras, las palabras importan. Las palabras correctas crean un espacio para un diálogo honesto y seguro. Las palabras equivocadas prolongan la división y la desigualdad.
Considere estos consejos mientras navega en conversaciones difíciles y aborda temas sociales desafiantes en su organización:
No te quedes en silencio.
Como líder, usted es un modelo de cómo explorar temas difíciles e incluso cómo discrepar respetuosamente. Permanecer en silencio es, en el mejor de los casos, una oportunidad perdida y, en el peor, un consentimiento tácito para mantener el status quo.
Asume lo mejor.
Comienza las conversaciones con una mentalidad positiva. Crean que hablar llevará a buenos resultados.
Inviten al diálogo, no al debate.
Fomente conversaciones abiertas, donde exprese su perspectiva y aprenda de la de los demás. Aprender de los demás es el objetivo, no convencer o ganar.
Asegurarse de que las personas se sientan respetadas y valoradas por las diferentes perspectivas que aportan al debate.
Sea humilde y esté dispuesto a admitir su debilidad.
Deje de lado su ego y sus suposiciones mientras escucha y aprende de los demás. Acepta que tal vez no digas lo correcto, pero reconoce que tu objetivo es entender y crecer.
Habla en contra de los comportamientos excluyentes y divisivos.
Sea un defensor de la inclusión y la igualdad siempre que sea posible. Incluso si no estás seguro de hacerlo “bien”, vale la pena denunciar la discriminación.
Esté atento a los obstáculos comunes en las conversaciones.
La empresa de investigación sin fines de lucro Catalyst identifica tres supuestos que impiden un diálogo exitoso y productivo:
- “No hay ningún problema”. Este obstáculo impide una conversación significativa sobre temas difíciles, simplemente negando la existencia de desafíos. Por ejemplo, podrías escuchar a alguien decir: “No veo el color de la piel, sólo gente”. O, “Hemos contratado a muchas mujeres y gente de color, así que no veo el racismo o el sexismo como un problema aquí.”
- “Hablar llevará a resultados negativos”. Este obstáculo ocurre cuando la gente teme las reincidencias o se preocupa de no decir lo correcto. También puede surgir cuando la gente siente que sus experiencias son minimizadas.
- “No tiene sentido hablar.” Cuando la gente siente que hablar no hace la diferencia o sólo divide más a la gente, naturalmente evitan cualquier diálogo. Sea intencional en su elección de palabras.
- Las palabras pueden reforzar los estereotipos negativos y socavar la perspectiva de un individuo.
Al entablar conversaciones, reflexione sobre si utiliza el mismo lenguaje con hombres y mujeres. Mire hacia atrás en las revisiones de rendimiento y evalúe su lenguaje para ver si hay diferencias en los estándares o expectativas.
Por ejemplo, ¿exige que las mujeres o las personas de color tengan estándares más altos? ¿Son sus objetivos para los hombres de su equipo diferentes a los de sus pares femeninos?